Uno hizo de malo, otro amenazó con la ruptura; una campaña de saturación en los medios que nos intentaba convencer que la huelga se hacía. Un coro de "oportunistas" que declaman por los medios sin poder propio. La izquierda partidaria acusando de traición a los burócratas y, por debajo de la mesa, contando los votos para el 2017. Discursos y nuevos protagonistas de la dirigencia "sabia y prudente". Una CGT que se “normaliza” y vuelve a los “canales racionales”.
Un Gobierno que elije claramente a favor de los sectores más concentrados de la economía y de los aparatos sindicales, una izquierda que brama, pero que no garantiza crear lesividad por sí sola.
Vamos viendo cómo opera el Gobierno: Genera un ámbito, pone halcones y palomas. Se contradice, confunde a la opinión pública. Gradualmente va buscando los espacios de mayor debilidad (petroleros Neuquén), mientras tanto predica el viejo discurso de los sueldos altos y la baja productividad, ausentismo, alta litigiosidad.
Va ensayando. Cuenta del otro lado con "los dirigentes sabios y prudentes" que reivindican sobriamente y se muestran racionales contra las minorías que quieren la huelga.
Mientras tanto, sin desgaste propio y usando la amenaza de los duros e imprudentes, negocia a cuatro manos los fondos de Obra Social, licitaciones etc.
Ya lo vivimos. Conocemos como operan. Van siendo cómplices del desgaste de la energía e indignación popular y mientras tanto la rebaja del poder adquisitivo y la pérdida de puestos de trabajo disciplina.
La diferencia que al existir otras centrales sindicales el verso ya no lo compra nadie.
Parece que ese juego pendular de los movimientos sociales que se movilizan con todo aquellos que convocan, sea la CTA como la CGT, tampoco surtió efecto. El Gobierno y la CGT piensan que por el solo hecho de reconocerlos y recibirlos, estos grupos aceptarán mansamente los mandamientos de la nueva conducción del “movimiento obrero”.
El gran desafío es la construcción de una Huelga General absoluta, sin la necesidad de las estructuras y los aparatos de los grandes sindicatos. Solo así se vencerá conjuntamente a las políticas de ajuste implementadas por este gobierno y al modelo sindical estatalista, oficialista y empresario que lo sustenta y lo consciente.
Debe ser nuevamente la CTA Autónoma la que tome la iniciativa. Con la fuerza propia, en unidad y con todos los que se quieran sumar a la construcción de la Huelga General contra el ajuste y la política que pretende eliminar las conquistas y los derechos de los trabajadores.